Esos momentos en los que buscas desconectar de la rutina pero
conectar con la naturaleza. En esos momentos es cuando dices me hace falta una
escapada, aquí cerquita de casa pero que pueda respirar un poco más.
Ahí es donde entra este lugar, este rincón
llamado Artikutza. Artikutza
se encuentra en Navarra, pero en 1919 el Ayuntamiento de San Sebastián compró 3.686 hectáreas para hacer llegar el agua a Donostia.