A veces, cuando regresas de un
viaje tienes esa extraña sensación de que dejas parte de ti allí o de que guardas parte de ese lugar en ti. Todas
las experiencias vividas durante esos días te marcan y pasas varios días en esa
fase de “depresión post-vacacional” como si no estuvieses ni aquí ni allá.
Está fase duró más de lo normal
cuando volví de mi primer blogtrip. De #LaPalmaconSabor volví tocada, tocada y hundida. Aún
continúo hundida en todos los recuerdos
de cada actividad, cada persona, cada paisaje que vimos, escuchamos y sobre
todo, sentimos. La llamada Isla Bonita me dejó prendida, fueron unas
sensaciones tan intensas que recuperarse de este viaje ha sido diferente, tanto
que me preguntaba ¿pero qué me ha pasado con esta isla?
Y es que La Palma engancha, y mucho.