30 de mayo de 2017

Guía de viaje a Rabat: qué ver en un día en la capital

Seamos sinceros, Rabat no es la primera ciudad de Marruecos a la que decidiríamos viajar. A pesar de ser la capital de Marruecos (centro financiero, político y administrativo del país), normalmente la mayoría de la gente decide viajar antes a Marrakech o Fez. Pero Rabat bien merece la pena una visita y lo vamos a demostrar.



Hacía tiempo que teníamos ganas de volver a viajar a Marruecos, su cercanía geográfica, la cultura, la gastronomía y su gente amable hace que sea un destino muy atractivo. Cuando hablamos sobre nuestro viaje a Marrakech (tal vez le cogimos un cariño especial por ser la primera ciudad marroquí que visitamos), se puede apreciar que quedamos cautivados. Rabat nada tiene que envidiarle, es una ciudad más pequeña pero donde puedes andar a tus anchas, sin tener cada dos por tres a nadie encima agobiándote para que entres en su tienda a comprar. Nos sentimos tan cómodos andando por sus calles que hasta ese mismo hecho nos sorprendió.

Pero vamos a lo importante, ¿qué debes ver en Rabat?


Qué ver en Rabat


1. La Medina


Como en la mayoría de las ciudades marroquís, Rabat cuenta con una medina. La medina es la zona de la ciudad rodeada por fortificaciones o murallas donde predominan las estrechas y laberínticas callejuelas. Nos pareció una medina muy tranquila, limpia, pequeña aunque con calles espaciosas y con un buen ambiente para hacer la compra del día. Como hemos comentado, no nos hablaban para comprar cosas como en Marrakech, todo lo contrario, pudimos deambular sin problema mirando todo lo que nos llamaba la atención en cada rincón. Nos atreveríamos a decir que es uno de los zocos más tranquilos del país, ¿curioso, verdad?   


Medina, zoco - Rabat


2. El barrio Kasbah de los Oudaias


La zona de la Alcazaba de los Oudayas es la que más nos gustó. Se trata de un barrio situado junto a la medina con vistas al mar, las fachadas de las casas son azules y blancas y te puedes tirar horas sacando fotos a cada esquina, es muy bonito. Nuestra recomendación es que andes por este barrio sin estar pendiente del mapa, perdiéndote por sus estrechas calles. Además, en una de las calles principales (rue Jamaa) hay un café librería que nos encantó. 

Kasbah des Oudayas - Rabat

Al final de la calle de la librería se llega a la Plaza de los Semáforos, una plaza que no debes perderte. Hay una panorámica preciosa de las playas de la ciudad, de un cementerio y de Salé, la ciudad que se encuentra al otro lado del rio.

El Café Maure también es una visita obligada en esta zona. Es un café al aire libre donde puedes tomar un té de menta y unas pastas con vistas al rio (los camareros pasan con bandejas de pastas, cuidado con coger pensando que van de acompañamiento al té, no se regalan). Nosotros simplemente nos sentamos a descansar y disfrutar de un rato de sol. Eso sí, la compañía de los gatitos también está asegurada ;).

Vistas gatunas desde el Cafe Maure - Rabat

Si entras al Kasbah de los Oudayas desde el lugar donde termina la medina, seguramente lo harás junto al Museo de los Oudayas, nosotros no entramos a verlo, pero paseamos por sus jardines buscando ratitos de sombra.

El barrio se construyó por los almorávides como fuerte militar, pero su nombre se debe a que tras la orden del rey Felipe II de la expulsión de los moriscos de España, Mulaya Ismail instaló la tribu de los Udayas para defender la ciudad de posibles ataques de otras tribus.

Entrada jardines y Museo de los Oudayas - Rabat

3. La playa


Rabat es una ciudad costera y desde la Kasbah de los Oudaias, en la Plaza de los Semáforos, se puede disfrutar de las vistas que ofrecen los surfistas bailando con las olas. Otra opción es pasar el puente a Salé y descubrir las vistas de Rabat desde la perspectiva de otra playa.

Desde la Plaza del Semaforo vistas a Salé - Rabat


4. La Torre de Hassan


La Torre de Hassan es el símbolo de Rabat. Se encuentra en una explanada alta junto al rio Bou Regreg.

Hay varias teorías en torno a la historia de la torre, pero la que nos contaron es la siguiente. En el siglo XII, el sultán almohade Yacoub Al-Mansour ordenó construir la mezquita más grande del mundo. Con tan mala suerte, durante  su construcción este falleció y la obra se paralizó. Más adelante además, sufrió los daños del terremoto de Lisboa (1755). En un principio, el objetivo era que el minarete midiese más de 60 metros, pero se quedó en los 44m, y está rodeada por aproximadamente 200 columnas.

Torre Hassan - Rabat

Varios historiadores dicen que el arquitecto que diseñó la Torre Hassan es el mismo que el de la Koutoubia de Marrakech y la Giralda de Sevilla, quién sabe…



5. El Mausoleo Real


Junto a la torre de Hassan se encuentra el Mausoleo de Mohamed V – Hassan II, construido entre 1961 y 1969. En este lugar están los restos del abuelo y el padre del actual rey de Marruecos. Es un edificio precioso, de mármol blanco con dibujos tallados a los que nos podríamos quedar mirando durante horas. La guardia real lo custodia y en cada puerta hay soldados a los que no se les puede fotografiar (me hicieron borrar las fotos de la cámara), aunque dentro se pueden sacar todas las fotos que quieras.

Frente a la Torre Hassan y junto al Mausoleo de Mohamed V – Hassan II se encuentra la mezquita de tejas verdes y grandes puertas donde podemos echar una mirada al interior, pero recordar que solo es posible la entrada para los musulmanes.

Mausoleo Real - Rabat


6. La Necrópolis de Chellah


A pesar de que se encuentre más alejado de los demás puntos turísticos que ver en Rabat, la visita a la Necrópolis de Chellah merece la pena. Nosotros fuimos andando desde el centro y aunque fue un buen paseo de 30 minutos con una considerable cuesta incluida, si te gusta ver cómo es el día a día de una ciudad y salir de lo típico te lo recomendamos. La otra opción es coger un taxi, que por pocos eurillos te deja en la puerta en 10 minutos.

Se trataba de una antigua ciudad romana abandonada y reedificada por los almohades como necrópolis en el siglo XIII. En 1755 fue destruida por el terremoto.

Necrópolis de Chellah - Rabat

Visitamos los restos de lo que fueron fuentes, el foro, termas, el mercado, el barrio de artesanos… Y en la zona musulmana lo que más llamó nuestra atención fueron los restos de la mezquita con su torre y en cuyas paredes andaban a sus anchas las cigüeñas. Los enormes nidos de cigüeña estaban por todas partes, nos sentimos un poco “invasores de su privacidad”, parecía que habían hecho de las ruinas su casa y en ese momento leímos que había 75 nidos en el interior y 25 en el exterior (empezamos a contar pero cuando llegamos a los 20 ya confiamos en lo que ponía en el panel jejj).
  
Precio de la entrada a la Necrópolis de Chellah: 1€ por persona.


7. El Palacio Real


En el camino de vuelta de Chellah al centro pasamos cerca del recinto de entrada al Palacio Real, pero decidimos no entrar ya que las tripas empezaron a dar señales. De todas maneras, nos comentaron que el Palacio Real solo se puede ver desde fuera y es una zona donde va la gente a pasear por sus grandes jardines. Y tan grande, cubre un total de 50 hectáreas.


8. La avenida Mohammed V


Corrígeme si me equivoco, pero creo que en todas las ciudades de Marruecos hay una avenida de Mohammed V, que suele ser enorme y donde se encuentran las principales tiendas de la ciudad. Así que en la capital, Rabat, no iba a ser menos. Paseamos por la avenida que une la medina (desde Bab Jedid) a un lado con la mezquita de Assounna al otro. Entre palmeras, cotilleamos las cafeterías, las tiendas, los edificios coloniales y oficiales como el Parlamento hasta llegar a la estación de tren donde cogimos los billetes para ir a Fez esa misma tarde.

Avenida Mohammed V y Mezquita Assounna - Rabat


9. La Mezquita Assounna


Al final de la Avenida  Mohammed V se encuentra la Mezquita Assouna y como en la mayoría de las mezquitas, los no musulmanes tenemos prohibida la entrada así que solamente la vimos desde fuera. Coincidió que acababa de terminar la hora del rezo y salía una gran cantidad de gente, impresionante.



Dónde comer en Rabat


1. Restaurante Dar Naji


Como solo pasamos un día en Rabat aprovechamos para comer en el Restaurante Dar Naji, un lugar que nos dijeron era de visita imprescindible. Comimos muy bien, pedimos un plato de cuscús enorme, que no pudimos terminar y una “pastilla” (pastela), producto típico marroquí de sabor agridulce compuesto por finas capas de hojaldre rellenas de carne (pollo o palmoa) con cebolla, especias, azúcar, canela y almendras.

La decoración del local es de estilo marroquí, la terraza con vistas a la medina imita a una enorme jaima con una lona que cubre toda la zona.  Vivimos algunos momentos curiosos, cuando entramos un chicos nos hizo limpiarnos las manos antes de subir a la parte de arriba del restaurante y cuando salimos nos perfumó las manos con unas gotas de colonia. Además, antes de traernos el cuscús y la pastilla nos dejaron un vaso lleno de leche en la mesa, “será tradición tomarla”, pensamos.

Tajine y pastilla que comimos en Dar Naji - Rabat


2. La Medina


Una de las mejores opciones para palpar cómo fluye la vida local es ir a comer en los puestecitos de la medina. La comida marroquí es maravillosa, a nosotros nos tiene cautivados. Entre los platos de comida tradicional marroquí recomendamos probar: el tajín, el cuscús, la pastilla o bastela, la harira (sopa), pincho de kefta (carne picada),…   


3. Le Dhow


Una amiga nos recomendó este restaurante situado en un barco sobre el río. No tuvimos tiempo de ir a conocerlo, pero nos fiamos de la recomendación.


4. Café Maure


Es el café que se encuentra en el barrio Kasbah des Oudayas, ideal para tomar un té marroquí con menta y unas pastas con vistas al río y a la ciudad de Salé.

Terraza del Cafe Moro - Rabat


5. Zumos naturales para refrescarse


No recordamos el nombre de esta frutería/ “zumeríá” ¿existe ese nombre? Bueno, pasamos junto a ella y nos quedamos con las ganas de probar sus zumos o macedonias, dejamos la visita para después de comer y tomar como postre un zumo, pero al final estábamos tan llenos que no podíamos meter más comida al cuerpo.

Se encuentra frente a una gasolinera haciendo esquina entre las calles Avenue Ibn Toumart y Avenue Hassan II.



Dónde dormir en Rabat


Siempre que viajamos a Marruecos nos gusta alojarnos en Riads, caracterizados por tener un patio central donde dan las habitaciones y suele haber una fuente, pequeña piscina o mesas para estar relajado y desayunar.

Además, las ciudades con medina (zona de la ciudad rodeada por murallas), suelen tener bastante ambiente por sus calles, como hemos cometado, la medina de Rabat nos resultó muy tranquila.

Nos alojamos en el Riad Dar Aida. Está ubicado en la medina de Rabat y el dueño nos trató con mucho cariño desde el primer momento, además nos dejaron pagar con tarjeta (algo casi insólito en Marruecos). La habitación era muy amplia con baño privado y el desayuno estaba buenísimo.

Zona de desayuno en el Riad Dar Aida - Rabat


Cómo llegar a Rabat


Avión


El Aeropuerto de Rabat se encuentra en la ciudad de Salé, cuenta con dos terminales y las maneras para llegar a Rabat centro son en bus o en taxi.

Como llegamos por la noche cogimos el taxi del aeropuerto a Rabat (grand taxi) y a pesar de que en el aeropuerto haya carteles informativos donde indican los precios de algunos trayectos en taxi, nosotros regateamos un rato y conseguimos que nos llevasen cerca de la medina por 160dh. Te recomendamos que hables con gente del vuelo para compartir el taxi y ahorrar unos dírham.

Últimamente hay vuelos a buen precio a Rabat con Ryanair. Nosotros elegimos esta opción y volamos directamente desde Madrid a Rabat.


Tren


Mucha gente decide volar a Fez o Casablanca y después viajar a Rabat. Una buena opción de transporte desde esas ciudades sería el tren. En Rabat hay dos estaciones de tren: Rabat Ville y Rabat Agdal, la primera es la más céntrica a la zona turística (en la Avenida Mohammed V).

Se pueden comprar los billetes desde la página oficial de la Oficina Nacional de Ferrocarriles de Marruecos (ONCF) o directamente en la taquilla de la estación de tren. Los precios de los billetes varían según el trayecto, si viajas de día o de noche y si eliges primera o segunda clase.

El viaje de Fez a Rabat es de 3 horas y el precio es de 127dh (12.50€) por persona.
El viaje de Casablanca a Rabat es de 1 hora y media y el precio es de 35dh por persona.

Estación de tren - Rabat


Otros datos del viaje a Rabat


Duración del viaje: un día.


Moneda: dírham de Marruecos (MAD). 1 MAD = 0.091€ | 1€ = 10.93 MAD.

Hicimos el cambio de moneda en el aeropuerto de Rabat – Salé cuando aterrizamos, NUNCA lo hagáis en el aeropuerto desde donde salgáis, en nuestro caso desde Madrid nos salía muchísimo peor el cambio.


Tipo de viaje: en pareja.


Presupuesto aproximado de un día en Rabat.
- Taxi aeropuerto - 160dh
Alojamiento - 550dh
Entrada Chellah - 20dh
Comida Dar Naji - 100dh
Zumo de naranja - 38dh

Total presupuesto de un día en Rabat: 868dh (79,39€) dos personas (39.69€ por persona + vuelo). 




¿Te ha parecido útil la información sobre Rabat? 


Nos encantaría que nos dejases un comentario para seguir completando la información del artículo sobre Rabat (siempre se nos escapan cosillas...). 



5 comentarios:

  1. Gracias por la información, la tendré en cuenta para mi viaje!!

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    1. Hola Potrinski, muchas gracias por pasarte. Espero que te sea útil la información sobre Rabat para tu viaje, a disfrutar de la capital de Marruecos. Un saludo :)

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  2. Tuvieron guía en Rabat o fue por su cuenta visitarla?

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    1. Lo hicimos por nuestra cuenta, es una ciudad muy cómoda para visitar :)

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