Amsterdam, canales y más canales

Ámsterdam, también llamada la Venecia del Norte por sus más de 170 canales, es una de las ciudades europeas que no nos podemos perder. Es conocida sobre todo por los Coffe Shops y el Barrio Rojo, pero tiene muchísimo más que ofrecer a los que la visitamos.

Hace dos años, hicimos una pequeña escapada a la capital de Holanda y como siempre, antes del viaje preparamos un itinerario sobre lo que cada día se suponía que íbamos a ver (aunque luego suele variar en función del tiempo, el hambre, lo que nos apetece o no nos apetece…). Resumiendo, la idea era esta: 

PLANNING AMSTERDAM

VIERNES (tarde):  - Barrio Rojo + Museo del sexo  SÁBADO:  - Museos varios + Vondelpark    + paseo por los canales  DOMINGO (mañana):   - Estadio Amsterdam Arena    + coger vuelo

VIERNES

Llegamos al aeropuerto de Ámsterdam – Schiphol por la tarde, cogimos el tren para ir a la estación central y según llegamos nos hicimos con un mapa para mirar dónde se encontraba el barco en el que íbamos a dormir. En cuanto salimos de la estación ya veíamos agua por todas partes, aparte de que chispeaba, y miles de bicicletas aparcadas.

Fuimos directamente a la zona del dique este (Oosterdok), donde estaba el Vita Nova (barco donde dormíamos) a hacer el check-in y dejar las cosas para ir con las manos libres. El camarote era pequeñito pero con lo suficiente para lo que necesitábamos: dos camas pequeñas en forma de litera, un armario y un lavabo, el baño era compartido. Tras la experiencia de dormir ahí, podemos decir que el abundante desayuno compensaba las pequeñas instalaciones.

Oosterdok -Amsterdam

Como ya estaba oscureciendo y las fotos no iban a salir muy decentes, entramos al Templo de Venus, es decir, que fuimos a ver el famoso Museo del Sexo, el primer y más antiguo museo de sexo del mundo. Es uno de los museos más visitados de la ciudad y nosotros, como mucha gente imagino, lo vimos por curiosidad. La verdad que me pareció un museo súper completo con la historia y evolución del sexo, colecciones fotográficas, objetos, libros,… La entrada solo costaba 4€. 

Después, cenamos en uno de los puestos que hay de comida rápida y dimos un paseo por el Barrio Rojo. Es el barrio más conocido de la ciudad por los pequeños escaparates que se iluminan de color rojo donde está permitida la prostitución, muy controlada por cámaras y personal de seguridad. 

SABADO

Nos despertamos pronto y el plan era pasar la mañana visitando museos. Aprovechando que estábamos cerca del Centro Nacional de Ciencias NEMO nos animamos a visitarlo.  El edificio con forma de barco tiene cinco pisos de temáticas diferentes, la entrada nos costó alrededor de 11€ (2012). Es el típico museo donde nos suelen llevar en el cole a aprender sobre la gravedad, la electricidad, el agua, las construcciones, el ADN... Nos lo pasamos como niños, es un museo súper divertido y además, ofrece unas vistas muy bonitas de la ciudad desde su azotea donde hay un restaurante. 

NEMO Centro Nacional de Ciencias -Amsterdam

Se nos pasó el tiempo volando en el NEMO, así que decidimos alquilar unas bicicletas en Mac Bike junto a la estación central de tren, para movernos más rápido por las calles de Ámsterdam. Fuimos a otro famoso punto de la ciudad, la Plaza Dam, donde está el Palacio Real, el obelisco por la Segunda Guerra Mundial y muchísimas tiendas y restaurantes.

Plaza Dam -Amsterdam

Pedaleamos por las calles hasta llegar al museo de la cerveza Heineken. La Heineken Experience nos encantó, nos pareció un museo súper dinámico donde se interactúa mucho y aunque la entrada nos costó 17€ (dos cervezas incluidas), valió la pena. Hicimos el tour en inglés donde nos explicaron la historia y el proceso de producción de la cerveza. En cada punto había algo curioso, un panel enorme con los antiguos etiquetados de las botellas para sacarte fotos, una zona donde aparecías en una pantalla como si fuese un videoclip que podías enviarlo a tu correo… todo con mucho juego de luces e imágenes. 

Museo Heineken -Amsterdam

La siguiente parada la hicimos en el Museo Van Gogh, un museo donde puedes pasar horas pero nosotros fuimos directamente a ver los cuadros más conocidos (entrada 14€). Cerca del museo, en la plaza Museumplein, se encuentra lo que se ha convertido en un icono de la ciudad donde todo el mundo se saca una foto, las letras de I amsterdam (yo soy Ámsterdam).

Iamsterdam -Amsterdam

Decidimos ir al Vondelpark a comer un bocata y coger energía. Es un parque público de 47 hectáreas cuyo nombre viene por la estatua que hay del poeta holandés Joost van den Vondel. Nos pareció un parque lleno de energía con un gran lago y muchísima gente que aprovechaba el buen tiempo para estar relajado en la hierba.

Vondelpark -Amsterdam

Retomamos la ruta para ver las características más importantes de Amsterdam: los canales y los Coffe Shops. Como ya hemos dicho al principio, cuenta con más de 170 canales así que imaginaros cuantos puentes habrá ¡más de 1200 puentes! Así que pasamos la tarde recorriendo los cuatro canales principales de la zona céntrica: Singel, Herengracht, Keizergracht y Prinsengracht.

Vistas Amsterdam

Los Coffe Shops, como la mayoría sabréis, son cafeterías en las que está permitido el consumo y venta de cannabis y marihuana. Aunque se ha determinado un límite para la venta de estas drogas para hacer frente al “turismo de los porros”. Nosotros entramos a tomar algo en uno que encontramos en el Barrio Rojo, muy acogedor con sofás llenos de cojines. 

DOMINGO

El último día de viaje siempre te despiertas con pena, pero con ganas de aprovechar al máximo lo poco que te queda. Así que madrugamos para hacer uno de nuestros hobbies al viajar, conocer estadios de fútbol. 

Fuimos a ver el estadio del Ajax, el Ámsterdam Arena. Compramos el ticket del tren desde Ámsterdam Central a la parada del estadio, Ámsterdam Bijlmer Arena (2.90€). Cogimos los tickets del tour del estadio (12€) pero aun no podíamos entrar y como llovía fuimos al centro comercial que había justo al lado para hacer tiempo que por cierto, estaba chulísimo. Después hicimos el tour, como en la mayoría de los tours vimos los vestuarios, las gradas, el banquillo, la sala de prensa,…  y como apuramos el tiempo todo lo que pudimos, salimos corriendo al aeropuerto para no perder el vuelo.

Amsterdam Arena

Por cierto, nos quedamos sin ver la casa de Anna Frank, la dejamos para la siguiente visita.

*Todos los precios indicados son por persona y del año 2012, pueden haber variado.