18 de abril de 2015

La misteriosa Cueva de Zugarramurdi

Hace una semana hicimos una escapada con el fin de recorrer la comarca de Baztán en Navarra. Seguramente lo que más os sonará de esta zona será Zugarramurdi por la famosa película de Alex de la Iglesia, Las Brujas de Zugarramurdi que se estrenó en 2013. En ella aparece el pueblo de Zugarramurdi, las conocidas cuevas y sus misteriosos bosques, sin olvidarnos de las brujas.


Viajamos en coche desde Guipúzcoa a Navarra en dirección Zugarramurdi, rozando la frontera con el país vecino, Francia. Llegando a Baztán ya aparecen señales de los diferentes lugares que se pueden recorrer primero en el Valle de Xareta como las cuevas de Urdax- Urdazubi y las cuevas de Sara (en Francia) o el Parque Natural del Señorío de Bertiz. Pero nosotros elegimos visitar la famosa Cueva de Zugarramurdi.

¿Cómo llegar a la Cueva de Zugarramurdi? El trayecto está muy bien señalizado, simplemente hay que adentrarse en el pueblo y si tenéis suerte podéis aparcar justo en la entrada de la cueva, pero os recomendamos que aparquéis en el parking gratuito que hay a pocos metros con un restaurante, merendero y parque para niños, así podéis dar un paseo por el pueblo.


El horario de la cueva es de 11.00h a 19.30h y la entrada cuesta 4€ adultos y 2€ niños (entre 6-12 años). En la taquilla nos dieron un mapa para ir haciendo el recorrido de la cueva rodeándola.

Entrada a la Cueva de Zugarramurdi
Primero, subimos al mirador desde el cual disfrutamos de unas fantásticas vistas del pueblo y del valle de 360º. Después, cruzamos el río en dos ocasiones por unos puentes de madera preciosos envueltos en un entorno natural mágico. Pasamos el Puente del Infierno hasta llegar a la cueva y nos adentramos donde se celebraban los akelarres. Los akelarres eran rituales que realizaban las brujas y por los cuales fueron juzgados y condenados por La Inquisición muchos de los habitantes del pueblo, tanto hombres y mujeres como niños en la llamada “cacería de brujas” de hace más de 400 años.

Cueva de Zugarramurdi
Cruzando el río - Zugarramurdi
Pero la historia y más leyendas nos las explicaron más extensamente en el Museo de las Brujas, situado a 200 metros de la cueva (hacen descuento con la entrada de la cueva). En el museo tampoco faltan las explicaciones necesarias para aprender sobre las costumbres vascas, la mitología vasca con personajes como Mari, Tartalo, Lamia,… y entender los ancestrales rituales que se esconden tras estas leyendas. 

Tal vez os llame la atención ver en las puertas de las casas del pueblo una flor de cardo silvestre o eguzkilore como la de la siguiente foto, pero todo tiene su razonamiento. Es uno de los amuletos para la protección del hogar, es un símbolo del sol y se supone que colocándolo en la puerta de casa defiende de las brujas y de los espíritus nocturnos.

Eguzkilore en el Museo de las Brujas - Zugarramurdi
Antes de comer, dimos una vuelta por las calles del pueblo y nos sentamos a picar algo en uno de los bares que hay con vistas a la Iglesia.

Iglesia de Zugarramurdi
¿Dónde comer en Zugarramurdi? Las cuevas tienen varias zonas de merendero donde podéis llevaros la comida y saborearla en un entorno único. Pero nosotros os vamos a recomendar el bar-restaurante que descubrimos en el mismo pueblo de Zugarramurdi llamado Graxiana. Con una decoración cuidada relacionada como no, con las brujas y la brujería, presenta a parte de la carta, un “menú embrujado” por 12.50€ muy completo y menú infantil por 7.50€. Además, ofrece los servicios de albergue y casa rural, por tanto, es un lugar perfecto para pasar la noche en el pueblo de las brujas.

Bar- restaurante- albergue Graxiana - Zugarramurdi
Si os quedáis con las ganas de descubrir más lugares enigmáticos, como ya hemos comentado, cerca de Zugarramurdi se pueden visitar las cuevas de Sara o Urdax pero hay que estar atento a las señales de la carretera ya que es fácil perderse por los caminos que recorren el valle. Si no existe la posibilidad de realizar la ruta a pie, llamada ruta de las Tres Cuevas o ruta de los contrabandistas de 6.75 km, señalizada con un caballo pintado de azul.

Tras coger energías en el Graxiana, tomamos rumbo a la capital del Baztán, Elizondo. El trayecto de un pueblo a otro con un entorno verde, húmedo y tranquilo a la vez que misterioso es lo mejor de la experiencia de recorrer el valle. Aquí os contamos qué vimos en Elizondo.

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